martes, 26 de abril de 2016

Caminos

Dicen que un abuelo es una fortuna por todo lo que sabe y lo que ha aprendido. Sin embargo, yo me doy cuenta de que muchas personas mayores, sólo han aprendido caminos pequeños que pretenden enseñar cómo únicos y certeros. Ése no era el caso de mi abuela. Mi abuela seguía manteniendo el espíritu de expectación y sorpresa frente a los acontecimientos mundanos. Tenía mucho vivido, es cierto, y era una gran sabia... pero aún mantenía vívidas las ganas de seguir aprendiendo. Y le entiendo. Sé que sigue esa búsqueda ilusionante en su nueva vida... y es que le entiendo. Esta vida que tenemos en este planeta se nos hace pequeña cuando todo lo que buscas es saber.


Caminos


Caminos que se pierden
flores que se marchitan
amores que se fueron
y cosas que no olvidas.

Aquellos días pasados
el fuego ya es ceniza
vivirás de esperanza
mientras te queda vida.

Tu mente ya no es clara
también te falta vista
tampoco hay ligereza
cuando tus pies caminan.

Así vas añorando
todo lo que en ti había
el mundo que viviste
tus sueños y alegrías.

Aquellos campos verdes
la adelfa florecida
el arroyo rugiendo
arrastrando su ira.

A veces miras lejos
a ver si se divisa
el sol que se ha ocultado
y la tarde agoniza.

Llenándonos de sombras
cuando tus ojos miran
lo mismo que fantasmas
las ramas de la oliva.

Qué pasará mañana
al despertar el día
cuando canten los pájaros
y el viento silva.

Será como reír
esa noche fría
y bajo tu ventana
un alma que te anima.

No dejes de soñar
y mira hacia arriba
Dios te estará mirando
como a una buena hija.

jueves, 7 de abril de 2016

Mi hermana

En este artículo, mi abuela se hizo consciente de lo que los años nos hacen: quiebran nuestra voluntad, nos convierte en personas débiles, dependientes de otros, a merced de la caridad ajena. Nos arrebata independencia. De ahí la importancia de sembrar a lo largo de nuestra vida actos que conviertan a las personas que nos rodean en personas agradecidas.



Hoy, día 8 de junio de 1996 he visitado a mi hermana , una viejita de 95 años y me ha puesto a pensar que de aquella mujer fuerte, hoy no queda nada.

Cómo pasa el tiempo y la vida, recuerdos que te hacían soñar, como un ayer de esperanza y suena en tu memoria como un eco, ya olvidado de penas, y a veces te revelas por todo aquello que fue tuyo y ya no existe.

La vejez ha tronchado de  tu mente todo lo bueno que tenías, y hoy añoras, y que crees que todo se lo llevó el viento y sólo te dejó, soledad y amargura. Los años te han quitado la juventud, ya solo ves tu cara arrugada, el pelo blanco y las fuerzas que tenías en tu cuerpo ya acabado, como el árbol que se tronchó un día de fuerte tempestad.

Así es lo que piensas y lo ves y todo ello lo comprendes que la vida se va poco a poco, porque ya eres una rama rota que se desprendió del árbol de tu vida.

 A mí me hace gracia las cosas que para ser famosa, buena o caritativa tienes que morirte después de ello es cuando la gente te alaba y te recuerda, diciendo"era una persona que nada tenía suyo, era buena para con todos".

¿Y por qué esto no se reconoce cuando estás viva? y así esta persona se sentirá feliz y dirá todavía hay alguien que me quiere en este mundo.

La vida tiene muchos rincones y a veces no sabes en cuál vas a mirar a ver lo que te encuentras.

Porque hay mucha mentira en todo, yo siempre he amado mucho a Dios y a mi prójimo. He querido ayudar a todo aquel que ha necesitado de mí. Ya está viejita que me refiero es mi hermana Pepa. Yo recuerdo muchas cosas de cuando yo era pequeña y pasaba temporadas con ella. Ya ella embarazada de siete meses de su hijo íbamos al campo a recoger aceitunas y se veía tan fuerte que hoy al verla como está me llena de tristeza.

No sabe uno cuándo está joven lo que se encontrará en el futuro, la vida es preciosa cuando la vivies con todo aquello que te hace feliz y no ambicionas nada más que lo que Dios te dio, pero en este mundo hay crueldades que pasan por ti y crees que no eres merecedor de ello. Como pierdas la fuerza, y eres como un muñeco manco y así te manejan; no eres más que la sombra de lo que fuiste.