lunes, 15 de octubre de 2012

Mi Dios

No puedo decir del mundo
que fue quien me traicionó
yo viví pensando siempre
en lo hermoso que es mi Dios.

A él le debo lo que soy
y lo mucho que me dió
la mente para pensar
la vista que es lo mejor.

Sobre lo que es la verdad
a eso me refiero yo
quien no he mentido en la vida
por caridad o por amor.

No culpo la ley del hombre
que también se equivocó
y ese error lo paga alguno
que no se lo mereció.

Porque esta vida está llena
de pasiones y de dolor
aquél que más ha luchado
siempre le pagan peor.

Nunca bajes la cabeza
lleva en tu pecho el valor
de enfrentarte con cualquier
que a tu madre le ofendió

Que madre no hay más que una
está que a ti te crió
quiérela como tú sabes
mírala con mucho amor.

Que es muy grande el sacrificio
que por cuidarte pasó
se quitó el pan de la boca
para darte lo mejor

Trabajando sin descanso
y muchas horas al sol
para que tú fueras algo
en este mundo de Dios.


lunes, 8 de octubre de 2012

El Engaño

Qué bellas Margaritas
voy deshojando despacio
me quieres, no me quieres
aún queda flor en mi mano.

Si tú me dices que no
a otra iré deshojando
y cuando me diga sí
es que algo está pasando.

Porque el amor es locura
si se vive sin reparo
si la gente a ti te mira
es envidia no pecado.

Hay mucho por comprender
en este mundo en que estamos
todos queremos lo mismo
lo mismo bueno que malo.

Cuando sales a la calle
y llevas tu amor al lado
no lo miras de reojo
sino cogerse las menos.

Así caminad despacio
por la calle y por el prado
 y contemplas tantas flores
que se crían en el campo.

Y antes del anochecer
y el sol ya se va ocultando
piensas, que amanezca el día
y los pájaros cantando.

Así vivir esta vida
sin pensar en el pasado
hay que luchar por lo bueno
aunque te cueste trabajo.

No hay más vida que esta vida
aunque digan lo contrario
aquí se sufre y se ría
y a veces también hay llanto.

Porque por mucho que tengas
puede que te falte algo
no hay felicidad completa
porque en todo está el engaño.

2009 el Año que Amparo se marchó

En diciembre de 2008, murió la tita Isabel en Archidona, una mujer encantadora a la que recuerdo porque cuidó a mi Andresina, un conejillo que yo pensaba que era Andresín y que en casa de mi Tita Isabel descubrimos que era Andresina a juzgar por el nacimiento de tantos Andresinillos. Era la tita a quien no le gustaban las perlículas "de sombreros"  (wensters) porque arrastraban a los hombres del caballo. Recuerdo la casa de mi Tita Isabel,  llena de magia cuyas puertas de madera crujían y recuerdo sus lentes, que le agrandaban esos ojillos pequeños y vivos. La tita Isabel era la penúltima de 10 hermanos. La última, era mi abuela Amparo y ambas habían sido testigos de 8 despedidas tristes. Cuando murió la Tita Isabel, mi abuela se preparó para su propia despedida y sólo tardó cinco meses más en decirnos adiós. Empezó dejando de comer y poco a poco iba perdiendo fuerzas, más tarde el habla, en los últimos días, la conciencia y al final perdió la vida... pero antes de que perdiera la conciencia, me cedió todos sus manuscritos. Libretas y libretas llenas de sus palabras, sencillas pero optimistas, llenas de vida, de ilusión por las pequeñas cosas. Yo fui su única heredera de ocho nietos por voluntad suya y para mí es el único legado, la única gran herencia que cuento en mis manos y en mi corazón colmado de tanto amor.

Antes de que el papel se deshaga quiero que todo el mundo posible lea las grandes historias de su discreta vida llena de sueños por cumplir. Aquí dejo pues, sus poemas, la mayoría de las veces divididos en cuartetos con rima, a veces asonante y las historias de su propia experiencia, a veces mágica, a veces tremenda, en mitad de una guerra civil. La abuela Amparo miró al mundo con su sonrisa, y lo describió con ojos curiosos. Y éste es su legado, el que está en mis manos, el que fue concedido consciente de que pronto se marchaba, el que ahora, comparto con vosotros.