miércoles, 9 de noviembre de 2016

De una semilla, una flor.

Qué pensará mi abuela, desde el más allá si me está viendo leer su poema. Ella sabe que el olor que dejó su vela apagada es llorado por mucha gente porque su huella fue profunda y buena.


De una semilla, una flor

Quién llorará cuando mueras
quién te llevará una flor
quién rezará por tu alma
cuando estés cerca de Dios.

Cuando se acaba la vida
también se acaba el amor
aquí te dejas las penas
las pasiones y el dolor.

Alguien te echará de menos
y por ti tal vez lloró
y pensará que tú fuiste
de una semilla, una flor.

Como una vela apagada
sólo el humo se quedó
esparcido por la casa
y sólo deja el olor.

Qué triste es andar a oscuras
sin ver ni sentir su voz
ya se apagaron las risas
como una planta sin sol..

Por dónde caminarás
tus pasos quién los guió
si caminas entre flores
en dónde te busco yo.

La vida es un gran tesoro
lo mejor que Dios nos dio
cuídala con mucha fuerza
que el que se fue no volvió.

Ni amor ni celos ni orgullo
no tiene ningún valor
la única verdad que hay
es no perder la razón.